A partir del año 1900 el profesional Auditor empezó a dejar
de lado el rol de detective que se le atribuía, ya que su labor era
básicamente, la detección y prevención de fraudes y errores, pasando a
determinar la rectitud y razonabilidad con la que los Estados Financieros
reflejaban la situación patrimonial de las entidades auditadas, así como el
resultado de sus operaciones.
Con el correr de los tiempos se ha ido modificando el rol
del Auditor, pasando a cubrir otros aspectos que antes su profesión no se lo
exigía, al ir evolucionando la economía y por ende las formas de operar de las
entidades económicas, el Auditor a tenido que adaptarse a los cambios tomando
nuevos roles dentro su labor profesional. Podemos mencionar tres roles que en
estos tiempos el Auditor debe asumir:
Rol
Social.
Este rol se refiere a la responsabilidad que tiene el
Auditor sobre la producción y emisión de los informes económicos así como
también los informes financieros, ya sea, cumpliendo su labor al entregar
dictámenes sobre la concordancia entre el informe entregado y la realidad que
se está dando cuenta en dicho informe.
Este rol lo cumple cuando el Auditor participa e integra el
sistema de información y control de las organizaciones, a su vez participando
de los procesos de diseño, ejecución y toma de decisiones en el área económica
y financiera.
Rol
Individual.
El Auditor asume este
rol al momento de situarse como Asesor económico – financiero y en todos los ámbitos relacionados con las
actuaciones de la entidad, en la que ésta se desempeñe.
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